El Diario de Cantabria – Juan Antonio Rodríguez |Publicado el 10/03/2019
La era de la revolución tecnológica en la que vivimos inmersos ha supuesto un vuelco en todos los sectores y en el mercado. Ha obligado a todas las empresas a ‘renovarse o morir’.
Resulta impensable que hoy en día cualquier negocio pueda sobrevivir viviendo al margen de esta revolución. Esto ha supuesto la entrada de nuevos segmentos en todos los sectores, hasta en los más tradicionales. El mundo de la peluquería también ha ido de la mano de este avance, y aunque todavía hay salones que conserven la estética y algunos métodos tradicionales, lo cierto es que todas las peluquerías de una manera u otra ya han adoptado las nuevas tecnologías. Son precisamente estas nuevas herramientas las que han permitido traer la innovación a sectores aparentemente menos cambiantes como es el de la peluquería. Esta innovación siempre viene acompañada de un largo camino de investigación que, en el caso de las peluquerías, ha dado como resultado la obtención de nuevos productos y servicios de máxima calidad sin renunciar a unos precios asequibles. Este nuevo formato de salones de belleza ‘low cost’ en España se ha basado y ha escogido como ejemplo mejorándolo, el ‘modelo de peluquería americano’. Este se caracteriza por unos procesos totalmente estipulados y asentados que tienen como consecuencia la reducción de los tiempos y procedimientos, y por tanto de los costes.
El ‘low cost’ español gracias a la investigación ha dejado de ser sinónimo de baja calidad. A estos procesos protocolarizados se han unido la búsqueda de nuevas formulaciones y formatos que ha supuesto que el abaratamiento de los costes sea una realidad para el usuario y no tenga por ello que renunciar a la excelencia. España ha sido uno de los países pioneros en desarrollar este modelo y tener en la innovación y en el I+D+I sus principales bazas para seguir creciendo. La investigación y el uso de las nuevas tecnologías para buscar la calidad es hoy en día la única vía para que cualquier negocio prospere y se afiance en el mercado. El concepto ‘low cost’ como algo de baja calidad está quedando ya desfasado gracias a modelos como el de peluquerías low cost que invierte un alto porcentaje de sus beneficios en continuar investigando y mejorando sus productos y servicios aplicando la más alta tecnología.
Por ello, los negocios low cost de calidad certificada están proliferando actualmente porque son capaces de dar respuesta a las necesidades de un mercado que demanda inmediatez, precios asequibles y por encima de todo ello, calidad y una buena experiencia de usuario. Esta adaptación del negocio a las necesidades del público actual y nuestra constante innovación son los grandes secretos por los cuales hemos dominado el mercado despuntando en los últimos años.
En España el segmento low cost en el mundo de los salones de belleza se encuentra ya asentado y con expectativas de continuar creciendo, prueba de ello son las más de 600 franquicias que Peluquerías Low Cost ha abierto en apenas 5 años.
Juan Antonio Rodríguez,
CEO de Peluquerías Low Cost.
Fuente: El Diario de Cantabria